Robe, crónica y fotos de su paso por Gasteiz

Cerca de 3000 personas bailaron y cantaron a ritmo de las canciones de Robe en el estadio Fernando Buesa Arena

 

 

                       Sábado 10 de septiembre de 2022, podría haber sido un sábado cualquiera de los que pasan desapercibidos sin más y ni tan siquiera tienes un plan especial, pero, no fue así, y es que Robe, el que fuese fundador del mítico grupo Extremoduro formado en el año 1987 tenía una cita con su público en el estadio Fernando Buesa Arena de Gasteiz (Vitoria)  y había que ir, todavía no habíamos podido disfrutar de ningún directo de la última gira “Ahora es cuando” y ya tocaba. Esta segunda parte del tour arrancó en junio y se extenderá hasta el mes de noviembre, pasando próximamente entre otras ciudades por Alicante, Murcia o Zaragoza.

                        A la hora anunciada,  la banda integrada por Lorenzo González (bajo, guitarra y coros), Alber Fuentes (batería), Álvaro Rodríguez (teclado), Woody Amores (guitarra), David Lerman (clarinete, bajo, saxo) y Carlitos Pérez (violín y bajo) fueron saliendo al escenario interpretando una Intro que anunciaba la inminente y esperada aparición de Roberto Iniesta, Robe, sobre las tablas.

                        Ovaciones y aplausos de casi 3000 personas que acudieron a disfrutar del concierto arroparon la salida a escena del de Plasencia. Del tiempo perdido (Destrozares, canciones para el final de los tiempos, 2016), fue la elegida para abrir la velada como viene siendo ya costumbre en esta gira. Por encima del bien y del mal (Destrozares, canciones para el final de los tiempos, 2016), Por ser un pervertido       ( Lo que aletea en nuestras cabezas 2015), y La canción más triste ((Destrozares, canciones para el final de los tiempos,2016), dieron paso a la primera canción perteneciente a ExtremoduroSi te vas (Material defectuoso, 2011) en la que el público literalmente, se volcó.

                          Gran afluencia de seguidores con alma rockera estuvieron bailando y coreando todas las canciones, siendo quizás los más nostálgicos los que pusieron más énfasis en los temas de Extremoduro que por la media de edad que por allí rondaba, probablemente les acompañaron en su juventud quedándose para siempre a formar parte de sus vidas.

                            Una canción nueva asomaba entonces , A la orilla del río para dar paso a un clásico,  So Payaso (Agila, 1996), El Camino de las utopías (Para todos los públicos, 2013) y Segundo movimiento (La ley innata, 2008) de Extremoduro e Ininteligible (2022)  sonaron antes de que Robe anunciase un descanso de una media hora, tiempo que aprovechó más de uno para salir a fumar o para acercarse a la barra. Me acordé entonces de la primera vez que vi a Extremoduro, en los años 90, en los que el descanso duraba algo más de media hora, y en el que los cabreos del público solían pagarlos el mobiliario de las salas. Pero, los años pasan para todos y Robe tardó en salir el tiempo que había anunciado.

                            Interludio, Primer Movimiento: Después de La Catarsis, Segundo movimiento: Mierda de filosofía ,Tercer Movimiento: Un instante de luz y Cuarto Movimiento: No soy dueño de mis emociones rematando con Coda Feliz fueron las elegidas para la segunda parte del concierto que sirvieron para calmar el hambre de Mayéutica (2021), su último trabajo. Segunda parte en la que el público terminó de entrar en calor junto a la banda  creando  una sinergia que se podía palpar en el ambiente. 

                            Volvieron a hacer un parón algo más corto totalmente justificable y en el que tras la vuelta, les hicieron un regalo a todos los fans de Extremoduro. Los clásicos Jesucristo García (Rock Transgresivo, 1989), Puta (Yo, minoría absoluta, 2022) y como broche final, Ama, ama, ama y ensancha el alma (Deltoya, 1992) acabaron por levantar a todo el público que permanecía en las gradas y que no aguantó más el estar sentados. 

                            Sin duda, para una servidora, el momento cumbre y que en este momento mientras escribo me sigo erizando al recordarlo, fue cuando sonó Jesucristo García. Clasicazo donde los haya, perteneciente a su álbum debut, Rock Transgresivo (1989). Al empezar a oír  las primeras melodías mi mente se trasladó a la velocidad de la luz a esos años de desamores, juventud, risas y conciertos con los colegas. Años en los que algunos y algunas como yo descubrimos por entonces a Roberto Iniesta.  Cuando piensas que nada te puede sorprender de esta canción porque la has escuchado tantas veces y crees que te sabes hasta la última melodía de memoria  resulta que suena un violín y te vuela la cabeza. Me quito el sombrero ante la banda que lleva  hoy por hoy el señor Iniesta.  Los músicos que acompañan a Robe en esta etapa hicieron alarde en todo momento de la buena sincronización, la potencia y frescura que aportan a este proyecto y sobre todo, de la profesionalidad que se respira tanto en su nuevo trabajo como en el escenario.

                           Tan solo deciros, que si tenéis la oportunidad de verlos en directo, no os lo penséis dos veces, aprovechad el momento y bailar, bailar como una puta loca. 

 

Para más información de las próximas fechas de Robe:  www.robe.es y www.eldromedariorecords.com

 

Texto y fotos: Silvia Antón, @silviaantonrock

 

 

 

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